Visita al Ferrari World Abu Dhabi

Desde Septiembre tengo la suerte de poder viajar algo más por el mundo gracias a estar trabajando en eXcape Entertainment. Primero pude estar en el Hilton de Singapur durante la carrera de la F1, más tarde en Suzuka en la sala VIP de McLaren, y finalmente en Abu Dhabi de nuevo, otra vez en el Hilton. También es cierto que en estos viajes trabajamos muchas horas y que el tiempo libre es escaso, pero normalmente los lunes tras la carrera viajamos por la tarde/noche, lo que suele dejar las mañanas libres.

Así que ya que teníamos casi todo el día libre decidimos ir aprovechar esta ocasión (nunca se sabe si habrá otra)  e ir al Ferrari World el lunes por la mañana. Como el aeropuerto y el circuito de Abu Dhabi están un poco lejos de la ciudad, pero juntos entre ellos, tras hacer el check-out nos dirijimos al aeropuerto, donde dejamos en consigna las maletas por comodidad. Tras eso fuimos al Ferrari World. Todo ello en taxi, porque la verdad, son baratos de narices. Por ejemplo del aeropuerto al hotel son unos 20 euros por 35 Km., de los cuales 5€ son por bajada de bandera en el aeropuerto (lo normal es 1€ y cubre 2-3 Km o hasta 5 minutos parados).

Al llegar, en un lado tienes el Abu Dhabi mall, el centro comercial más grande del mundo, y al otro la entrada del Ferrari World. Una vez te diriges a la entrada empiezas a ver algunos Ferraris ya, sitios para hacerse fotos, etc. Al llegar a la taquilla vimos que no había mucha gente. Una suerte, porque luego nos enteramos que durante el GP de F1 el parque estaba a rebosar, con colas de hasta varias horas para las montañas rusas.

Existen tres tipos de entradas (puede que haya algún tipo de pase de temporada o similar, pero no lo vi): bronce, plata y oro. La entrada bronce cuesta unos 70-75€ (dependiendo del cambio de moneda), y solo incluye la entrada al parque. La entrada plata incluye la entrada al parque, 5€ para la tienda y 3 pases rápidos para las montañas rusas, y cuesta 90-95€. La entrada oro incluye lo anterior más pases rápidos ilimitados y 7€ para gastar en la tienda. Además tiene elección de asiento en las atracciones, pero su coste es de 135-140€, y solo merece la pena si el parque está a rebosar… cosa que no era el caso.

Así que, viendo que no había casi nadie compramos la bronce ¡y a correr! Pero bueno, otra cosa importante es que dentro del parque, para montar en los simuladores gratuitos (que son pura basura, aunque los de pago que tienen también) y en los karts, hay que ir hasta la entrada de la atracción y reservar, por lo que si no te das prisa o lo haces tarde corres el riesgo de, o esperar mucho o no tener plaza. Por eso fuimos lo primero a reservar para los karts y el simulador. A las 11:30 de la mañana nos dieron hora para las 4 de la tarde en los karts y para las 3 en el simulador…

Con las horas de eso ya fijo empezamos a deambular para ver el recinto, y al llegar a la montaña rusa Flying Aces, al ver que no había nadie nos metimos corriendo. Estuvimos andando como 2 minutos por la zona de hacer cola, sin nadie (pero miedo me da pensar como habrá sido justo ese finde…). Esta montaña rusa tiene el looping más alto del mundo (52 metros) y la mayor inclinación (51º). En la primera caída se alcanzan los 120 Km/h, pero lo que más impresiona es que, mientras que en las montañas rusas te suelen subir despacio hasta la cima, aquí te impulsan y subes con carrerilla… coño, que no te lo esperas y ya te vas cagando en todo antes de la caída. La duración total son 135 segundos, y la verdad es que es de las mejores montañas rusas que he probado.

Tras la montaña rusa entramos a un teatro con un pequeño show de unos 20 minutos de acrobacias y demás, nada fuera de lo común. Zona comercial, sitios para comer, etc. Vamos en general no tiene mucho y tras un par de horas ya lo has visto casi todo. Nosotros tras la primera vuelta y montar en Flying Aces, y antes de comer (por si acaso) nos fuimos a la otra montaña rusa, Formula Rossa…

Formula Rossa es como ponerte en un F1 y salir a fuego… solo que sin tener que conseguir el F1. Tras llegar a la atracción hicimos cola como 20-25 minutos, y tras esa cola, hicimos otra para montar en primera fila… ¿por qué? Bueno, esta atracción hace el 0-100 Km/h en 2 segundos, y alcanza los 240 Km/h de velocidad punta (a los 4.5 segundos). Tras ponerte gafas por seguridad y sentarte en la atracción, te adelantan hasta un semáforo, pero no se enciende ninguna luz. Tras entre 4 y 7 segundos (como en las salidas de F1) te lanzan desde parado hasta los 240 Km/h. Todo pasa tan rápido que cuando te quieres dar cuenta ya estás acabando la atracción… sin duda merece la pena.

Y tras eso fuimos al simulador y los karts. El simulador te deja conducir un Ferrari 360 Modena en un sim propio, arcaico, con una plataforma de movimiento que lo que hace es sacudirte más que otra cosa (y te va a marear), usando un volante de un sodikart como volante para el simulador… y además, cuando le da la gana te resetea el coche y te lo coloca en medio de la pista, parado… Lo peor no es eso, lo peor es que el simulador profesional, que vale unos 100€, es o bien un F1 o un 430, pero básicamente es lo mismo, con el mismo software. Un timo de los gordos, no paguéis ni de broma (mola más verlo desde fuera que montar).

En cuanto a los karts, la tanda son 6 minutos y el trazado es divertido aunque sólo son 290 metros de cuerda. El asfalto es una pintura hiperdeslizante y los karts, al ser un ambiente cerrado, son los Sodi RTX eléctricos. El resultado de cómo iba a ser la tanda ya me lo conocía. Solo pude dar una vuelta limpia y sin que parasen todos los karts por algún trompo, pero la combinación me gustó. El circuito tiene su truco, y al ser tan deslizante te deja tanto jugar como demostrar tu finura. Por el contrario, el kart estaba capado de velocidad, pero dado el asfalto y la habilidad general de la gente me pareció acertado. Eso si, al ser eléctrico da igual la velocidad que el motor tiene la misma fuerza siempre, permitiéndome salir de las horquillas rápido (o driftando todo el rato en las vueltas que nos paraban).

Tras eso tampoco quedaba mucho más que hacer por allí, así que nos fuimos al centro comercial a pasear, ver tiendas y tomar algo hasta la hora de ir al aeropuerto. Si en el futuro vuelvo a Abu Dhabi y no hay mucha gente lo mismo me animo de nuevo a entrar. Esa sensación de aceleración de Formula Rossa ya os digo que es adictiva…

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